
Últimamente se está asistiendo a un cambio en las demandas de los pacientes, la tendencia es más hacia las sonrisas de Hollywood. Sonrisas muy blancas, perfectas... que los pacientes quieren que se vean naturales.
La sonrisa perfecta es la que mejor imita a la sonrisa natural bella, la que no se es capaz de descubrir que en ella se ha hecho un trabajo. No destaca por ser excesivamente blanca, ni donde los dientes estén perfectamente alineados; cumple todos los patrones de proporción y armonía.
Es posible que una sonrisa sea perfecta y natural al mismo tiempo. Los mejores trabajos en estética dental son aquellos que nadie percibe. Una sonrisa excesivamente blanca no es natural.
La gama de colores de dientes naturales va de un color muy blanco hasta otro blanco un poco más oscuro. Si se sobrepasa el tono de blanco más claro deja de ser natural.
El conjunto de la cara también influye a la hora de elegir el color del diente; en personas de rasgos nórdicos, con piel blanca, ojos y pelo claro, los dientes de color más blanco pueden quedar bien. En cambio, en una persona de rasgos mediterráneos, con ojos y piel oscura, los dientes excesivamente blancos desentonan.